1. Conceptualización de la Macroeconomía
La macroeconomía es la parte de la economía encargada del estudio global de esta en términos del monto total de bienes y servicios producidos, el total de los ingresos, el nivel de empleo, de recursos productivos, y el comportamiento general de los precios de un país. La macroeconomía puede ser utilizada para analizar cuál es la mejor manera de influir en objetivos políticos como por ejemplo hacer crecer la economía, estabilidad de precios, trabajo y la obtención de una sustentable balanza de pagos. La macroeconomía por ejemplo, se enfoca en los fenómenos que afectan las variables indicadoras del Nivel de vida de una sociedad. Además objetiza más al analizador la situación económica de un país propio en el que vive, permitiendo entender los fenómenos que intervienen en ella.
En tal sentido se puede decir que la Macroeconomía es un estudio de la economía de un país (o de otro tipo de agregado de agentes económicos, como podría ser una región de un país, o una zona que comprendiera varios países, etcétera) a partir de las relaciones económicas que los agentes de ese país sostienen entre ellos y con el exterior (Recalcamos que esto es importante por la cada vez mayor interdependencia económica mundial).
Dado que las relaciones económicas posibles son muchas y muy complejas, se hacen supuestos simplificadores para ir estudiando a grandes rasgos lo que sucede con las distintas variables económicas implicadas cuando se producen cambios en el entorno económico estudiado. Dependiendo de los supuestos que se hagan, de qué relaciones se consideren o no, de qué tipo de efectos transmitan estas relaciones, como se haga esa transmisión, y de que se suponga qué valores del mundo real representan las variables utilizadas, se obtendrán unos modelos u otros, de ahí que exista una gran variedad de modelos que predigan o expliquen cosas diferentes acerca del funcionamiento de la macroeconomía.
2. Ubicación de la Macroeconomía dentro de la Teoría Económica
La economía es la ciencia que estudia la forma en que la sociedad hace uso de recursos escasos a fin de lograr satisfacer las distintas necesidades de los individuos. Así la teoría económica enfoca su análisis desde dos diferentes perspectivas: la microeconómica y la macroeconómica.
La microeconomía estudia el comportamiento de las unidades individuales, como las familias y las empresas, es decir, buscar conocer la forma en que consumidores y productores toman sus decisiones individuales. Pero la macroeconomía pretende estudiar el comportamiento de los agregados, es decir estudia el conjunto y no las unidades que lo componen. Así, por ejemplo, decisiones que toman las familias, como qué comprar, cuánto comprar, etc., o decisiones de las empresas, como qué producir, qué cantidad producir, a qué precio, etc., son estudiadas por la teoría microeconómica.
Por otro lado, el determinar qué factores afectan el ingreso nacional, la producción nacional, el nivel general de precios, el desempleo, entre otros, así como la forma en que se afecta la economía por el gasto del gobierno, los impuestos, la cantidad de dinero en circulación y el costo del dinero, etc., son todos estudiados dentro del ámbito de la macroeconomía. Se puede decir que la teoría macroeconómica estudia agregados, es decir grandes conglomerados de consumidores, productores, etc. Así, cuando se habla del consumo, no se hace referencia a cuáles familias consumen, ni qué bienes consumen y en qué cantidad, sino que lo que interesa es el volumen total de consumo de todas las familias juntas y cuáles factores afectan ese volumen total de consumo.
3. Relación de la Macroeconomía con la Microeconomía
El análisis microeconómico y macroeconómico no son sustitutos, sino que son complementarios. El comportamiento macroeconómico puede considerarse como las suma de todas las decisiones microeconómicas tomadas por las familias y las empresas, para poder tener una adecuada comprensión de los fenómenos macroeconómicos es necesario conocer qué factores afectan las decisiones individuales de familias y empresas.
Si bien quedó definido que la economía como fenómeno social es una unidad, que puede ser analizada desde varias perspectivas la macroeconomía y la microeconomía son perspectivas para analizar un mismo fenómeno social, el económico por lo cual la macroeconomía y la microeconomía se relacionan profundamente entre sí. Si bien esta construcción es útil desde el punto de vista analítico, cada disciplina de la economía, como la economía internacional, la economía laboral, etc., utiliza tanto a la macroeconomía como a la microeconomía.
4. Circuitos Económicos
El circuito económico es la base elemental para comprender todos los elementos integrantes de las llamadas: Macroeconomía y Microeconomía y servirá constantemente de base para medir el Ingreso Nacional, el Ingreso Personal, la Producción, los Impuestos y los restantes factores de cualquier economía.
De éste famoso circuito económico nace el quehacer de la vida diaria y que muchos se preguntan que fue primero: si los individuos ó las cosas que necesitaban y que ya estaban ahí. En cualquiera de los casos, se tratará de dar una explicación lo más sencilla posible para poder definir el paradigma del circulo económico.
En efecto, basados en los cuatros factores de producción: capital, tierra, trabajo y tecnología, por un lado, y la corriente de bienes y servicios del otro, encontramos que el recursos humanos, ó sea nosotros, genera con su trabajo, físico y mental, bienes y servicios que de una forma u otra le es retribuido con un sueldo, ingreso, salario, pago, estipendio u otro concepto y que es gasto de la empresa. Además de ello, se adicionaron insumos diversos y materia prima ó materiales que al unirse a los resultados del esfuerzos de trabajo humano, se convierten en costos que aunado al beneficio que le imputa la empresa a esos bienes ó servicios, crea y lanza los diferentes productos y servicios al mercado. A su vez, la gente, como consumidores y habiendo recibido ya el referido ingreso, compran lo que
ellos mismos han producido y lo que producen diversas empresas que también producen bienes y servicios de diversos tipos.
Usualmente, interdependientemente, de ser consumidores individuales, se es en colectivo, pero la principal célula de consumo son las familias que son, en definitiva, los que consumen todos los bienes y servicios producidos por la sociedad en general. A ello hay que sumarle, que el Gobierno recauda impuestos sobre esos bienes y servicios producidos por la totalidad de la sociedad para invertirlos en pago de funcionarios y empleados públicos, infraestructura, educación, salud, jubilaciones y seguridad nacional, entre otros. También hay que agregarle, los impuestos estadales y municipales que servirían para mejorar el crecimiento y desarrollo rural y regional.
No obstante lo anterior, se debe mencionar que no todo es consumo. Es cierto que las personas cuando más ganan más gastan, pero no todo. Es probable que la propensión al consumo sea mayor que la propensión al ahorro, pero en definitiva siempre se puede y debe haber ahorro que será depositado por la gente y que éste será usado por los bancos e instituciones financieras para prestarlos a otros que lo necesiten para desarrollar sus actividades y, así generar empleo, cumpliéndose nuevamente el ciclo: Capital, Tierra, Trabajo y Tecnología. Es de hacer notar, que el Gobierno, cualquiera que sea, para garantizarse mayores impuestos para financiar su gasto e inversión pública, pechará permanentemente la rentabilidad neta que obtengan el mayor número de empresas en forma anual.
En definitiva, todos se converte en productores y consumidores intercambiando todos los bienes y servicios posibles que el mismo grupo de individuos genera con su trabajo y esfuerzo físico y mental. El medio de pago de ese intercambio es la moneda como instrumento de aceptación general y uso regular, midiendo a través de él, el valor de las cosas y servicios que consumimos, pero que también se venden. Y acordémonos, que cuando se vende, no solamente se vende a individuos ó familias, sino también a empresas y éstas a su vez venden a otras y así continuamente.
5. Método de investigación del análisis macroeconómico
Un primer conjunto de métodos o técnicas utilizadas por los profesionales de la macroeconomía son las que pudiéramos denominar «técnicas de investigación empírica», constituidas por los procedimiento específicos de que aquéllos se valen para reunir, ordenar y manipular los datos de la experiencia empírica.
Una importante parte de estas técnicas también es utilizada por otras disciplinas sociales, pero las más sofisticadas, fruto de la adaptación o directa utilización de las ofrecidas por las más variadas ramas de la estadística moderna, no han sido adoptadas todavía por aquellas otras disciplinas, hecho citado frecuentemente como una de las razones que permiten afirmar que la Economía es la más «madura» de las ciencias sociales. Obviamente, es imposible estudiar aquí este tipo de métodos, que en parte constituyen el objeto de toda una disciplina económica (v. ECONOMETRÍA) y, en parte también, se hallan recogidos en multitud de informes, monografías y textos en los que sus autores dan cuenta de las técnicas utilizadas en sus investigaciones empíricas.
Un segundo grupo de métodos de investigación es el integrado por los que llamaremos «métodos de análisis», caracterizados por definir un modo especial de enfocar los problemas sometidos a examen. Se distingue así el análisis «dinámico» del «estático»; el análisis «parcial» frente al «general»; el análisis «microeconómico» versus el «macroeconómico» y, finalmente, el análisis «a corto plazo» como distinto del análisis «a largo plazo». Examinemos cada una de estas dicotomías: a) Análisis estático y análisis dinámico. En 1928, Ragnar Frich estableció las bases para una terminología destinada a gozar de la general aceptación de los economistas gracias, en parte, a su posterior interpretación, desarrollo y difusión por Hicks y Samuelson. De acuerdo con ella, los dos métodos se distinguen por la estructura de las funciones de interrelación utilizadas en los modelos con los que el análisis se realiza.
El análisis estático excluye toda relación intertemporal explícita entre las variables. De este modo se elimina el tiempo de las interrelaciones entre las variables, siendo relegado su papel a la mera función de introducir cambios en datos y parámetros. Gracias a esto último es posible utilizar el método estático para analizar procesos temporales y de cambio, mediante la llamada estática comparativa, consistente en comparar sucesivas posiciones de equilibrio estático.
En el análisis dinámico, por el contrario, para la explicación de los fenómenos que se investigan se usan relaciones entre variables cuyos valores no se refieren todos al mismo momento o periodo de tiempo. Así, las interrelaciones en el modelo dinámico incluyen relaciones significativas entre valores de las variables en diferentes puntos del tiempo. Un esquemático panorama general del campo de la Economía dinámica podría ser el siguiente: Como paso preliminar podemos distinguir entre dinámica del equilibrio, cuyo objeto es el análisis de trayectorias de equilibrio (en cualquiera de los diversos sentidos en que cabe extender este término en Economía dinámica), y dinámica del desequilibrio, que comprende el estudio de diferentes problemas. Como primero de ellos tenemos el análisis de la estabilidad tanto de «posiciones» (estáticas) de equilibrio como de «trayectorias» de equilibrio. Un segundo tema es el análisis de la travesía entre «posiciones» (estáticas) o «trayectorias» de equilibrio (estables). Con respecto de los dos temas anteriores, la dinámica del desequilibrio aparece siempre relacionada de algún modo con posiciones o trayectorias de equilibrio, pero, nótese, esto no es siempre así, pues su campo de estudio incluye también los movimientos de los sistemas que, por cualquier motivo, jamás están en equilibrio. Finalmente, del mismo modo que hemos hablado de análisis estático comparativo, podemos ahora hablar de dinámica comparativa, entendiendo por ella el estudio de la forma en que cambia un movimiento por una modificación en las condiciones, parámetros o supuestos.
6. Importancia del análisis macroeconómico
Los ciclos económicos de recesión que se producen de manera regular cada cierto tiempo recuperan casi siempre las teorías macroeconómicas para buscar respuestas a los problemas planteados y salidas basadas en experiencias pasadas.
La actual crisis no ha sido una excepción, y aún más, en estos tiempos que vivimos de liberalización del comercio, incremento de flujos financieros entre países, internacionalización de la producción y hegemonía de instituciones supranacionales, la macroeconomía se ha situado como el ámbito en el que se están desenvolviendo gran parte de los debates y propuestas que luego han de tener su reflejo en la microeconomía y en la economía real.
Esta crisis financiera, trasladada ya a la economía real, está dañando de muerte a muchos sectores y dejando en la cuneta a un alto número de organizaciones, gran parte de ellas pequeñas y medianas que enfrentan problemas de liquidez que no pueden resolver en tiempo y acaban echando el cierre.
Pero si hay algo que se ha visto claro en gobiernos, empresas e instituciones ha sido la falta de anticipación a los hechos acontecidos. Y esto podría haberse previsto con la inclusión de un análisis macroeconómico serio y continuado en el entorno empresarial.
Las organizaciones, sus equipos directivos, sus comités de dirección y especialistas suelen carecer de conocimientos macroeconómicos básicos o suelen no incluirlos en sus análisis externos del macroentorno que han de dibujar parte del escenario en el que se tienen que desenvolver las estrategias.
El escaso análisis económico externo que se realiza en las organizaciones se circunscribe generalmente al ámbito de la microeconomía donde se estudian costes, utilidades del consumidor, elasticidades de demanda y otras variables circunscritas al ámbito individual de los agentes económicos.
Esto provoca visiones a corto plazo y dificultades para entender muchos de los fenómenos que se producen en esta época globalizada e impide la preparación y anticipación de los mismos, generando cuando llegan los ciclos de menor bonanza importantes problemas.
Por lo tanto, es importante que desde la dirección de las organizaciones se introduzca el análisis macroeconómico como variable básica para conocer el ecosistema en el que se mueve la empresa y diseñar las estrategias de futuro.
7. Principales Escuelas o Corrientes del Pensamiento Macroeconómico del Siglo XX
Escuela keynesiana, o Keynesianismo,
teoría económica basada en las ideas de John Maynard Keynes, tal y como plasmó en su libro Teoría general sobre el empleo el interés y el dinero, publicado en 1936 como respuesta a la Gran Depresión en los años 1930.
La economía keynesiana se centró en el análisis de las causas y consecuencias de las variaciones de la demanda agregada y sus relaciones con el nivel de empleo y de ingresos.1 El interés final de Keynes fue poder dotar a unas instituciones nacionales o internacionales de poder para controlar la economía en las épocas de recesión o crisis. Este control se ejercía mediante el gasto presupuestario del Estado, política que se llamó política fiscal. La justificación económica para actuar de esta manera, parte sobre todo, del efecto multiplicador que se produce ante un incremento en la demanda agregada.
Escuela Monetarista
La Escuela monetarista o monetarismo es una teoría macroeconómica que se ocupa de analizar la oferta monetaria. Aunque el monetarismo se identifica con una determinada interpretación de la forma en que la oferta de dinero afecta a otras variables como los precios, la producción y el empleo, existen, de hecho, varias escuelas de pensamiento que podrían definirse como `monetaristas'. También están de acuerdo en la creencia de que la oferta monetaria es un elemento esencial para explicar la determinación del nivel general de precios. Lo que aceptan es la idea de que la política monetaria puede tener efectos a corto plazo sobre la producción, así como otros temas de menor relevancia, como puede ser la definición de oferta monetaria. Por otra parte, si los monetaristas se limitaran a afirmar que existe una relación proporcional entre la oferta monetaria y el nivel general de precios a largo plazo, la mayoría de los economistas aceptarían esta idea, siempre que el periodo a largo plazo sea lo bastante prolongado y otras variables —como el tipo de instituciones financieras existentes— se mantuvieran constantes.
El Neoliberalismo
El término neoliberalismo, proviene de la abreviación de neoclassical liberalism (liberalismo neoclásico), es un neologismo que hace referencia a una política económica con énfasis tecnocrático y macroeconómico que considera contraproducente el excesivo intervencionismo estatal en materia social o en la economía y defiende el libre mercado capitalista como mejor garante del equilibrio institucional y el crecimiento económico de un país, salvo ante la presencia de las denominadas fallas del mercado.1
Suele considerarse, erróneamente, como una reaparición del liberalismo decimonónico. Sin embargo, al contrario de éste, no rechaza totalmente el intervencionismo estatal y además guarda una ambigüedad ideológica, respondiendo más a su base teórica-técnica neoclásica. Siendo una propuesta macroeconómica tiende a ser neutral con respecto a las libertades civiles.
Se usa con el fin de agrupar un conjunto de ideologías y teorías económicas que promueven el fortalecimiento de la economía nacional (macroeconomía) y su entrada en el proceso globalizador a través de incentivos empresariales que, según sus críticos, es susceptible de conducirse en beneficio de intereses políticos más que a la economía de mercado propiamente dicha.
Muchos economistas cuestionan el término neoliberalismo porque no corresponde a ninguna escuela bien definida, ni siquiera a un modo especial de describir o interpretar las actividades económicas (aunque probablemente sí de explicarlas). Se trata de un término más bien político o ideológico, frecuentemente usado por los medios de comunicación y algunos intelectuales